Durante su discurso, el candidato al consejo Ángel Antonio Arias Arango habló de sus principales propuestas, entre las que están: Medellin como la más internacional, Medellín digital (inmersa en la era tecnológica) y Medellín con mas dignidad o sea con mejor salud, apoyo a la infancia, al medio amiente etc. Lo que quiere decir que su propuesta política sí se traduce en su discurso político.
El candidato estableció una regular comunicación con el público en escena, puesto que no fue tan abierto y se encerró en su atril, de todas formas fue conciso y contundente a la hora de exponer sus propuestas. Se benefició de tener una imagen nueva o poco subjetivizada por el auditorio para expresarse libremente de forma informal tanto en su vesturario como en su lenguaje, posee una imagen fresca y joven lo que es pertinente al supuesto target que tuvo, que fueron los jóvenes de Medellín.
Su imagen estuvo marcada por el color naranja, que coincide con el color de la cultura E, es un color estimulante de la creatividad y la ambición junto con a la recepción de ideas nuevas.
Ángel Arias se valió de legitimadores de la vida política para reforzar su campaña, algo muy usual como estrategia de este tipo por los demás candidatos que optan por un lugar en el poder público.
Daniel Quintero es un joven de 27 años, Ingeniero de la Universidad de Antioquia con estudios de postgrado en Finanzas de la Universidad de los Andes y fue candidato al Concejo este fin de semana pasado. Infortunadamente no logró ganar, pues obtuvo apenas 2,136 votos.
En su discurso político manejó un tono de humildad con el que se acercarcó más a su público, utilizando frases como “nuestra campaña no maneja altas cantidades de dinero… pues todo es financiado por ustedes” y “sueño con educación digna y más oportunidades para todos”.
El candidato, manejó siempre un buen manejo del escenario y sobretodo la proxemia, mirando a todos los escuchas a los ojos, con lo que crea la idea de un acercamiento y enfatiza la propuesta de ayudar a todos los estratos socioeconómicos (de llegar a todos), sin exclusión, sin aquella politiquería de la que muchos están cansados y por lo que se muestran renuentes a ejercer el derecho al voto.
Otra parte muy importante de su discurso, es la utilización de una alcancía de barro en forma de marrano, pintada de azul y con el símbolo del partido conservador, a quien llama Manolo y quien hace las veces de su legitimador.
Ésta clase de legitimador puede verse como un arma de doble filo. Desde un punto de vista positivo, Manolo le sirve a Daniel Quintero para diferenciarse del resto de candidatos, para posicionarse en la mente de su público objetivo o target para que con éste logren evocar su discurso en el momento en que sea visto en los diferentes medios por los cuales realiza su propaganda y especificamente en el momento de la votación.
Desde el punto de vista negativo, el “marrano” connota en el ámbito político una visión de sucio, cochino y corrupción. Es tomado en forma despectiva, por lo que puede ser mal comprendido por los votantes. Este tipo de imagen desde la comunicación es llamado una espiral del silencio, ya que pretende envolver a un gran número de personas, induciéndolas para que opinen y voten a su favor por simple hecho de generar recordación, sobretodo, sí tenemos en cuenta que en el tarjetón no aparecerá la foto del candidato sino el marranito. Es más fácil recordar un marranito que la misma cara del candidato.
Es así como el marrano como legitimador constituye una estrategia un poco coja, pero en efecto mucho mas original que las que hoy se ven en la propaganda creada por el marketing político.
De este candidato percibimos la perseverancia y persistencia necesarias para participar en estas contiendas electorales. Pero, su discurso aparentemente está desligado de una profunda investigación o diagnóstico social, que son imprescindibles a la hora de definir su estrategia.
Vimos que estuvo bien enfocado hacia intereses que en el contexto de la globalización, son fundamentales como la creación de nuevas empresas que nos lleve de ser un país tercermundista a uno del primer mundo. Él sabe que su imagen objetiva es positiva y eso le ayuda para acercarse a los jóvenes que siempre están buscando quién tiene “cara de corrupto”. Sabe que su argumento de “campaña financiada por los que de verdad lo quieran apoyar, buscando un objetivo común y no por aquellos que pretendan lograr intereses propios” es muy fuerte y contundente ante sus opositores, su target (los jóvenes) que buscan un Colombia sin corrupción y sus mismos adherentes o promotores que demuestran estar convencidos de dicha teoría y motivados a luchar por ella.
Entonces podríamos decir que su objetivo es atacar la forma de hacer campaña tradicional demostrando un acto demostrable antipolitiquero, como el de hacer campaña a través de la comprobación real de la gestión financiera con los recursos dados por la gente; la estrategia es hacer público lo que es del público y para el público.
Nos parece llamativo que su discurso sea de cierta manera la antítesis de lo que se conoce normalmente acerca del Partido Conservador, puesto que el marranito es símbolo de la campaña anti-influencias y va contra la estrategia de marketing político utilizada con mayor frecuencia actualmente por casi todos los partidos y en especial por el conservador, que consiste en utilizar personas que trabajen sin pago alguno en las campañas, pero si el candidato logra posicionarse en el puesto público, éste tendrá que retribuirles su trabajo con algún puesto.
El partido conservador es el movimiento político bandera de la élite en Colombia. Desde este punto de vista, quizá Daniel Quintero esté buscando replantear esa imagen del partido Conservador y el azul del marranito no sea el color de su sangre sino de su equilibrio. Quizá la imagen que quizo cambiar del partido conservador fue la misma que le hizo una mala jugada este domingo de elecciones.
Por su parte, el candidato al consejo Daniel Quintero a optado por aparecer en los medios de comunicación regionales, como La Chiva, El Colombiano, Hora 13 Noticias de Teleantioquia, La Cosa Política de RCN Televisión, y en Cable Unión TV. Además de foros en diferentes universidades en donde ha respondido a la altura del debate a todos los interrogantes planteados.